Todos esos hombres blancos (serie Hipsterfolk)
Como playlistero vuestro que soy os debo una pentalogía ‘folkie-woke’ y esa pentalogía os la voy a pagar ya, porque (primero) la lista de hoy es doble -dos horitas- y (segundo) porque estoy ahora mucho más interesado en la lista de la semana que viene, que seguro que no os la vais a ver venir.
Bueno, pues he tirado de agenda y os traigo dieciséis bandas y artistas que caben todos perfectamente bajo la etiqueta “neofolk”, si bien tiran unos al indie, otros al pop, otros hacia la americana y hasta los hay que se dejan caer en un esencialismo folk que probablemente solo existió en los deseos o los sueños de alguien.
Dieciséis artistas y bandas son mucha gente, como sesenta personas, y eso, en una sociedad multicultural como la norteamericana (creo que también se me han colado británicos, o sea, que da igual), en una sociedad tan diversa, ese número, digo, debería ser garantía demográfica de variedad, mestizaje e inclusión, sin embargo, os tengo que confesar que entre toooooda esa gente solo he contado a tres mujeres y a un oriental. El resto son hombres blancos de entre treinta y cuarenta años y -en las fotos de promo- con las mismas pintas de jóvenes-pero-maduros profesores de Filosofía que tenían los miembros de las tres agrupaciones que iniciaron esta pentalogía.
Resumiendo: más y mucho más de lo mismo.
Y con esto vuelvo (y ya me voy) a la tesis del principio de esta serie: la música que se produce para ese amplio sector de la clase media culta anglosajona que se proclama ‘liberal’, ‘woke’ o progresista contradice todos y cada uno de sus ventilados preceptos de tolerancia, respeto a las minorías y diversidad, pues, como hemos visto, es un producto neotradicional (valga el oxímoron), muy masculino y blanquísimo.
También hay buenas canciones y espero que os gusten.
PS: Por cierto, la mayoría de los artistas de esta pentalogía no han vuelto a grabar después de la pandemia (dato puro: allá vosotros con las hipótesis).