Soft Rock
Pues los Reyes Magos os han traído ‘unas lentas’ (pa’ los casaos), en este caso una horita de soft-rock o, en modo técnico, A.O.R, Adult Oriented Rock, o sea, que sí: pa’ los casaos. Y creo que lo de las parejas adultas está bien traído, si nos fijamos bien en las fechas en que este tipo de temas de rock a medio gas empezó a subir en las listas de éxitos, esto es, hacia finales de los 60 y principios de los 70 ¿Y quiénes estaban ya en la treintena, emparejados y con hijos? Exacto: los quinceañeros del primer rock’n’roll de mediados de los 50 o los veinteañeros de la ‘british invasion’, incluso los jóvenes adultos del blues rock y la primera psicodelia, que, por supuesto, eran todos ellos el mismo grupo generacional.
Pero claro, ni los años pasan en balde ni pueden estar sonando todo el día Chuck Berry o el ‘Louie Louie’ en una casa con los niños y la abuela y, sobre todo, con vecinos blanditos cuyo buen trato, sin embargo, nos importa ¿Qué fue lo que pasó entonces? Pues que una muy notable masa de aficionados comenzó a escuchar y comprar música con formas y estructuras rock, pero diluidas o, si lo preferís, amaestradas; y bandas como Eagles, Chicago o Boston empezaron a petarlo y, con ellos, toda una oleada de cantautores como Carole King, Neil Diamond o James Taylor.
Claramente, todo ese fenómeno, que llegó hasta bien avanzados los 80 (y que por supuesto se ha reencarnado docenas de veces: Coldplay, Villagers, Imagine Dragons, Snow Patrol, Keane…), no cabe en una lista de una hora y faltarán artistas y temas cuya ausencia seguro que sabréis disculpar, pero creo que, con lo que hay, se logra transmitir la esencia del estilo y también el sonido de una disco de finales de los 70, sobre todo en las transiciones hacia o desde ‘las lentas’.
Una cosa curiosa y ya acabo: algunos de los temas que nos suenan a esa época -‘I Started A Joke’, de los Bee Gees o la vaporosa ‘I’m Not In Love’ de los 10cc– no sonaron entonces tanto como suponemos. Fue después y gracias al cine, cuando se puso casi demasiado de moda meter escenas con las hechuras de videoclips en medio de las películas, cuando verdaderamente brillaron y se hicieron populares.