Flamenco para gafapastas
Lo de hoy, más que una playlist, es una oportunidad (una más) para no hacer el ridículo (otra vez).
La clase media culta española (con la excepción de la andaluza por razones obvias) ha despreciado casi siempre el flamenco (hay que decirlo) por clasismo y por racismo y, solo cuando el peso (casi siempre internacional) de ciertos artistas (Camarón, Paco de Lucía, Lola Flores, Rosalía) ha sido literalmente aplastante, el “estrato más pujante de nuestra sociedad” se ha dignado reconocer el talento de esas y otras figuras, aunque no necesariamente a extender, no ya el respeto, sino ni siquiera la curiosidad, al resto del universo de una de las tradiciones folclóricas vivas más fecundas, versátiles y geniales del mundo.
Luego, a toro pasado o pasadísimo, qué emocionados celebramos la formidable rumba catalana de los 60, los hallazgos del “Sonido Caño Roto”, el llamado (después, por supuesto) “achilifunk” de los 70 o acabamos admitiendo que Los Chunguitos y Los Chichos escuchaban a los Temptations y a Donna Summer.
Bueno, pues justo ahora tenemos la oportunidad de oro de no dejar pasar el tren otra vez y reconocer que la vanguardia de los flamencos lo está petando de la mano de un puñado de excepcionales productores que, sin complejos y sin reservas, están metiendo el compás por encima de estructuras tecno, urban, rock, reggae, pop, hip-hop o trap ¿Y sabéis qué? El compás ahí sigue, mandando.
Y con la sana e inocente intención de hacer proselitismo y no sangre, aquí dejo 18 temas de 18 artistas diferentes (aunque Quintín Vargas haga doblete) para quizá picar vuestra curiosidad y, con suerte, lograr vuestro disfrute y final admiración justo ahora, repito, a tiempo.