“Ramones” 1976 (de la serie Discos Míticos)

“Ramones” 1976 (de la serie Discos Míticos)

Todos los géneros musicales -y especialmente los de raíz popular- que han triunfado en los últimos 150 años tienen, como todo lo humano, la querencia de nacer, crecer, multiplicarse y luego consumirse y desaparecer. Son muy pocos los ejemplos de reinicio, renacimiento o, más propiamente, resurrección; pero en esa acotadísima élite de prodigios relumbra como ninguno el segundo advenimiento de rock -quizá más propiamente del rock and roll- al que se le puede poner fecha, lugar y protagonistas.

Ocurrió un 4 de julio de 1976 en un club de Londres que se llamaba -y creo que todavía se llama- Roundhouse, y las estrellas del acontecimiento fueron los ingleses The Stranglers, unos norteamericanos llamados The Flamin’ Grooves y otros norteamericanos, de Queens, Nueva York, un poco raros y bastante chapuceros por entonces (y casi siempre) que se hacían llamar Ramones.

Hay quien marca en ese momento la consagración del punk como movimiento (y no, no asistieron al bolo ni los Sex Pistols ni los Clash), pero lo que verdaderamente sucedió allí fue que público y bandas apretaron con determinación y hasta con saña el botón de ‘reset’ de una de las manifestaciones artísticas más parecidas a la vida, sepultaron instantáneamente todas las degeneraciones que habían triunfado en la primera mitad de aquella década y reestablecieron naturalidad, velocidad, simpleza y furia como los únicos pilares del rock.

Fijaos si fue tremendo el golpe que, en tres o cuatro años, la ola se había extendido hasta el pop y la primitiva electrónica y casi todas las bandas que ese mismo 1976 triunfaban estaban extintas o agonizando.

Hay muchos discos de esos años que recogen la receta del éxito de este zambombazo resucitador, pero quizá el más icónico sea el primer largo de Ramones, publicado el 23 de abril de ese 1976 con trece temas originales y una versión, ‘Let’s Dance’ (Chris Montez), un disco que no fue de los más vendidos ni escuchados ni reconocidos en su momento, pero que a la vuelta una década era ya reverenciado como monumental y que, 47 años después, sigue siendo furioso, borde, divertido y bailongo.

Para la lista de hoy lo he tenido muy fácil: en la primera mitad tenéis el disco de 1976 a través de versiones (Green Day, Morrisey, Sonic Youth, The Fuzztones y alguna frivolidad), con la excepción del original de Montez, y en la segunda mitad, una selección con 12 de las 35 versiones de otros artistas que los Ramones publicaron a lo largo de su discografía.

José Preciado