‘I Never Loved A Man The Way I Love You’ (de la serie Discos Míticos)
Si yo empiezo una frase con el sujeto “La carrera discográfica de Aretha Franklin” todos presuponéis un predicado entre elogioso y heroico, porque todos tenemos claro -y aquí no hay discusión- que es la cantante de soul más grande de la historia; sin embargo, el predicado en que estaba pensando era “no se corresponde con la grandeza de su figura”, porque la carrera buena (pero buena) de Aretha Franklin apenas duró cinco años, los que van de 1967 a 1972, los que van de la publicación del disco que traigo hoy, ‘I Never Loved A Man The Way I Love You’, hasta la salida a la calle de ’Amazing Grace’, su primer álbum completo de góspel. Antes y después de estos dos monumentos grabados: torpezas, desgracias, desnortamientos y nefastas influencias sobre la Reina del Soul.
Aretha abandona en 1967 el sello Columbia, que se había empeñado en convertirla a deshora en una diva del jazz a lo Dinah Washington, y ficha por Atlantic Records, cuyo capo, Jerry Wexler -no obstante cómplice de bastantes grabaciones para Columbia-, tuvo claro desde el minuto uno qué hacer con Franklin: “sacarle todo el soul que lleva dentro”. Dicho y hecho. Se marchan a Alabama a grabar en los FAME Studios con la Muscle Shoals Rhythm Section, eligen muy bien los temas ajenos (Otis Redding, King Curtis, Sam Cooke…), no impiden que Aretha incluya los propios y, sobre todo, dejan que la Reina del Soul, esté a sus anchas y cante ‘con toda el alma’.
Luego tuvieron que rematar la faena en Nueva York por una bronca que montó el entonces -y por poco tiempo ya- marido de Aretha, Teddy White, pero no parece que eso afectase de forma dramática al proyecto, porque el resultado es simplemente grandioso: si no es el disco de soul más grande de la historia, es el que está detrás de ese, sea cual sea.
Una nota y acabo. La medida de la eficiencia y el genio del equipo que grabó ‘I Never Loved A Man The Way I Love You’ está en lo que hicieron con uno de sus temas míticos, ‘Respect’. La lista de hoy la abre la grabación original de su autor, Otis Redding, una versión indudablemente menor. Franklin, los Muscle Shoals y Wexler tomaron ese material, le añadieron un puente a la canción, unas partes para los coros, varios arreglos, le dieron a la letra la vuelta como a un calcetín y la dejaron convertida en una pista de despegue para la cantante. Conclusión en boca de Redding: ‘he perdido mi canción’.
Respecto al contenido de la lista, basta con que os la pongáis: creo que hasta el momento no he reunido en media hora larga tantas estrellas y tanto talento, y eso por algo será. En la otra media hora, Aretha Franklin se despacha con The Band, los Beatles, Simon & Gartfunkel, Dusty Springfield, Frank Sinatra o Barbra Streissand.