Tres buenas series

Tres notas breves (porque ya no merece la pena alargarlas) acerca de tres series que están muy bien.
“La agencia” (Sky Showtime) es un producto ambicioso, caro y muy bien hecho. Para ser una serie de espías no está todo el rato escamoteando información para aparentar ser más inteligente que sus espectadores y el enconiamiento del personaje de Michael Fassbender no hace sino humanizar la trama y mostrar como los asuntos del corazón y otros órganos pueden arruinar la vida de la gente más circunspecta. La excesiva parcelación de las subtramas (Ucrania, Irán) le resta agilidad.
“El Gatopardo” (Netflix) es una extraordinaria adaptación de la novela de Lampedusa que no solo está a la altura de la de Visconti sino que la supera en ocasiones (y no porque tenga más tiempo). Kim Rossi Stuart está magnífico como el príncipe de Salina (al menos, igual de estupendo que Lancaster), Benedetta Porcaroli es un descubrimiento magnífico y da al personaje de Concetta toda una nueva dimensión y el casi-debut de Deva Cassel (hija de Monica Bellucci y Vincent Cassel) no puede ser mejor. Que le dure el acierto a la muchacha.
Y, finalmente, “El caso del Sambre” (Movistar), un “true crime” acerca de la historia del violador de carrera más larga de la historia de Francia (30 años activo y 54 víctimas conocidas), que es prácticamente una serie perfecta en su género, porque todos los aspectos posibles del caso son atendidos con respeto y esmero: las circunstancias de las víctimas, la personalidad del violador (un tipo tan “normal” que era entrenador de fútbol juvenil y amigo de los polis de su pueblo) y la larga y asombrosa cadena de incompetencias que permitieron a Dino Scala actuar impunemente casi siempre a la misma hora y en una zona rural durante tres décadas. Extraordinario Jonathan Turnbull como el criminal.